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16 de febrero de 2024

Quién era Alexei Navalny, el opositor que desafió a Vladimir Putin

Tenía 47 años y cumplía una condena en una cárcel de máxima seguridad de Rusia. Las protestas y la cruzada anticorrupción que lo hicieron famoso desataron la ira del jefe del Kremlin y lo convirtieron en un símbolo de la resistencia. Fue envenenado, encarcelado y murió en prisión.

Principal opositor a Vladimir Putin, aguerrido luchador contra la corrupción de las élites rusas, Alexei Navalny, murió hoy de manera repentina en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre pasado.

El líder opositor 47 de años, estaba preso desde 2021 por enfrentarse contra el régimen del Kremlin, quien lo condenó a una pena de 19 años.

Navalny estudió Derecho en la Universidad Estatal de Moscú, donde se graduó en 1998. Posteriormente, obtuvo un título de posgrado en Finanzas y Valores en la misma universidad. Durante sus años de estudiante, participó activamente en movimientos estudiantiles y fue miembro del partido político liberal Yabloko.

Después de trabajar como abogado durante algunos años, Navalny se convirtió en un destacado bloguero y activista anticorrupción. Fundó el Proyecto Anticorrupción, una organización que investiga y expone casos de corrupción en Rusia, y su blog se convirtió en una plataforma influyente para denunciar la corrupción dentro del gobierno ruso.

En 2011, Navalny emergió como líder de las protestas antigubernamentales que surgieron en Rusia tras las elecciones parlamentarias, las cuales fueron ampliamente consideradas como fraudulentas. Su llamado para luchar contra la corrupción y el autoritarismo del gobierno de Putin resonó entre muchos rusos, especialmente entre la juventud.

A lo largo de los años, Navalny enfrentó numerosos arrestos y juicios políticamente motivados. En 2013, fue condenado a cinco años de prisión por malversación de fondosun cargo que él y sus partidarios consideraron políticamente motivado. Sin embargo, su sentencia fue suspendida después de que miles de personas protestaran en las calles de Moscú.

En 2020, Navalny sobrevivió a un envenenamiento con el agente nervioso Novichok, un incidente que según él fue orquestado por agentes del gobierno ruso. Tras su recuperación en Alemania, regresó a Rusia y fue arrestado de inmediato. Su detención provocó protestas masivas en todo el país y una condena internacional.

A pesar de la persecución y los intentos de silenciarlo, Navalny continuó siendo una figura influyente en la política rusa y un símbolo de la resistencia contra el gobierno de Putin. Su valentía y determinación lo convirtió en un ícono de la lucha por la democracia y los derechos humanos en Rusia.

Laboratorios europeos concluyeron que el principal opositor ruso fue víctima de una sustancia neurotóxica del grupo de Novichok, creada en la era soviética para fines militares.

Para el opositor, el envenenamiento fue orquestado bajo la orden directa del presidente Vladimir Putin, su enemigo jurado, que no pronuncia nunca su nombre. El mandatario rechaza todas las acusaciones.

En septiembre de 2013 obtuvo su primer éxito electoral en los comicios municipales de Moscú. Sorprendió al quedar segundo, con el 27,2% de los votos, justo por detrás del alcalde saliente, el exjefe de gabinete de Putin, Serguéi Sobianin, un resultado que lo confirmó como figura esencial de la oposición.

Nunca pudo llegar a medirse cara a cara con Putin en las urnas.

Pese al veto, Navalny hizo campaña para enfrentarse al jefe del Kremlin en las presidenciales de 2018, así no sea el candidato. Estableció una red de oficinas de campaña en todo el país y desde entonces ha estado presentando a figuras opositoras en comicios regionales para enfrentar a los aspirantes del partido gobernante, Rusia Unida. Era el líder del partido Rusia del Futuro, con un programa de centro derecha.

Una larga persecución

En 2019 el abogado ya había sido trasladado a un hospital desde la cárcel en la que cumplía una sentencia tras un arresto administrativo, por lo que su equipo dijo que era un presunto envenenamiento, al sufrir una extraña hinchazón de los párpados y múltiples abscesos en el cuello, espalda, torso y codos. Los doctores señalaron entonces que sufrió una grave reacción alérgica y le dieron el alta para regresar a prisión al día siguiente.

Además, en 2017, fue atacado por varios hombres que le arrojaron un antiséptico a la cara, causándole daños en un ojo.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha declarado que los arrestos y la detención de Navalny por parte de Rusia en 2012 y 2014 tuvieron una motivación política y violaron sus derechos humanos, un fallo que Moscú calificó de cuestionable.

Pasó además por prisión en varias ocasiones por infracciones a la legislación sobre las manifestaciones.

Siempre rechazó sus condenas judiciales y aseguró que nada podía mermar su motivación, ni siquiera las amenazas contra su seguridad y la de su familia.

Fuente: Infobae



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