NACIONALES
18 de marzo de 2024
Tras la declaración de la víctima en Cámara Gesell, la fiscalía ordenó la aprehensión de cuatro jugadores de Vélez
El planteo lo hizo la fiscal, Eugenia María Posse, luego de la extensa declaración de la mujer que denunció el abuso por parte de los cuatro jugadores que viajaron a Tucumán para presenciar la audiencia de hoy
El club argentino Vélez Sarsfield separó el jueves de su plantel profesional a cuatro futbolistas tras una denuncia por abuso sexual radicada el miércoles en Tucumán. Los jugadores apartados son el uruguayo Sebastián Sosa, el paraguayo José Florentín y los argentinos Braian Cufré y Abiel Osorio.
Mientras avanza la investigación por presunto abuso sexual en la que están acusados cuatro futbolistas de Vélez Sársfield, y tras la declaración en cámara Gesell de la joven de 24 años que los denunció en Tucumán, la fiscalía ordenó la aprehensión de Abiel Osorio, Sebastián Sosa, Braian Cufré y José Florentín Bobadilla. Mientras, el club de Liniers tomó una decisión categórica con respecto a sus cuatro deportistas: les suspendió el contrato de trabajo que los ligaba con el plantel profesional y abrió un sumario interno para, al cabo, tomar una decisión definitiva al respecto.
El planteo lo hizo la fiscal Eugenia María Posse luego de la extensa declaración de la mujer que denunció el abuso por parte de los cuatro jugadores que viajaron a Tucumán para presenciar la audiencia de hoy. Ahora, el juez de Garantías Lucas Taboada tiene un plazo de 48 horas para confirmar, revocar o ampliar el requerimiento de Posse.
Los abogados que representan a la víctima en la querella, Patricia Neme y Juan Robles, dijeron a la prensa que están conformes con el resultado de la ampliación de la declaración testimonial de la denunciante en cámara Gesell: “Hay elementos suficientes para pedir la prisión preventiva [de los acusados]. Ella estuvo muy cansada, pero en todo momento entera, brindó mucha claridad y respondió a todo. Es una persona muy valiente en animarse a hacer la denuncia”, enfatizaron los letrados.
En relación con la pena aplicable para el delito denunciado, y si esa pena sería igual para todos los imputados, Juan Robles sostuvo: “Los autores y los partícipes tienen la misma pena, están todos dentro de la misma bolsa. El grado de responsabilidad es igual para todos”.
Los acusados no transmitieron ningún tipo de propuesta para un juicio abreviado: “Hay que esperar la formulación de cargos para ver qué salidas alternativas al conflicto hay. Nuestra representada quiere llegar al juicio oral y público”, explicó Robles.
Cuando se les preguntó acerca del eventual riesgo de fuga de los cuatro imputados (en especial, Sosa y Florentín, que son extranjeros), Neme afirmó: “El miedo a la fuga está. Tienen los recursos para hacerlo: la pena máxima por este delito es de 20 años de prisión”. La abogada sostuvo que la víctima se emocionó durante su declaración: “Se quebró porque tuvo que recordar toda la secuencia de lo vivido. Pero es una chica muy fuerte y ahora está bien”, precisó la letrada.
El relato de lo sucedido
El 6 de marzo pasado, la joven periodista deportiva se presentó con su abogada en una comisaría de San Miguel de Tucumán, donde vive, para denunciar lo sucedido. La chica contó que el sábado 2 de marzo estuvo en el estadio Monumental José Fierro, de la capital provincial, donde el local, Atlético Tucumán, enfrentó a Vélez por una nueva fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).
Una vez finalizado el partido en un empate en cero, la periodista dijo que estaba en la “zona mixta” cuando algunos jugadores del equipo visitante, desde arriba del micro, le “empezaron a hacer caritas”. Relató que más tarde, alrededor de las 22, el arquero Sosa la invitó, a través de un mensaje en Instagram, a acercarse al Hotel Hilton, ubicado en la calle Piedras y Miguel Lillo, donde se hospedaba el plantel profesional de fútbol porteño; al día siguiente regresarían a Buenos Aires.
Cuando la joven llegó a la habitación 407 pasadas las 0.30 del domingo, se encontró con el arquero uruguayo y con otros tres futbolistas –Cufré y Florentín Bobadilla, de 27 años, y Osorio, de 21–, con quienes compartió bebidas alcohólicas. Después de algunos tragos, la denunciante dijo que comenzó a sentirse mal, “muy mareada”, y que “se le apagaba la cabeza”, por lo que se recostó en una de las camas, “como adormecida”.
Fue entonces que “sin ningún consentimiento abusaron sexualmente” de ella, según consta en el texto de la primera denuncia que hizo la chica en sede policial ante la División de Delitos contra las Personas de la Policía de Tucumán.
Fuente:LaGaceta