NACIONALES
1 de noviembre de 2024
La CGT "es un espacio que tiene muchísimas divisiones"
Jorge Duarte, periodista especializado en temas gremiales, analizó la situación de la central obrera con una interna cada vez más evidente.
El paro de transporte sin apoyo formal de la CGT es una muestra más del tenor de la tensión interna que vive la central sindical. Un capítulo más de la disputa entre Pablo Moyano y Héctor Daer. Dos visiones distintas de cómo convivir con el Gobierno de Javier Milei y la actitud que deben tomar los gremios frente al desarrollo de las políticas económicas de los libertarios.
De cara a lo que viene dentro de la conducción de la central obrera, Moyano fue tajante. “Vamos a pedir una reunión de comisión de la CGT, no se puede mirar para otro lado, no paran de echar gente”, advirtió.
¿Puede haber una ruptura en la CGT?
Para Jorge Duarte, periodista especializado en temas gremiales, la CGT "es históricamente un espacio que tiene muchísimas divisiones, incluso un espectro ideológico y maneras de conducirse muy diversas, tanto que no lograron coincidir en un candidato de síntesis para tener un solo secretario general como marca el estatuto de la CGT".
Entonces, "lo que uno ve son movimientos de acuerdo a la posibilidad que el Gobierno le haga tener algún tipo de negociación o no al sindicalismo en general y hasta ahora fue un Gobierno bastante reacio a tener contacto con dirigentes sindicales, la principal razón por la que hubo huelgas generales hasta ahora".
La falta de unidad en la central obrera le conviene al Gobierno Nacional
Antes de concluir, Duarte estimó en LV12 que esta interna en la Confederación General del Trabajo "en buena medida" le juega a favor al Gobierno de Javier Milei. "Hasta ahora había una especie de juego que tácitamente jugaba la CGT con todos los gobiernos que de alguna manera al sector combativo le servía al dialoguista para negociar con la presión que generaba el espacio que salía a la calle y los que se sentaban a negociar con los gobiernos para conseguir mejores cosas, era un juego que que daba buenos resultados. Eso con este Gobierno cambió ya que no tiene decisión de sentarse a negociar nada con la CGT, y si a eso le sumas que dentro de la Central Obrera no hay unificación, la situación es todavía más difícil".